domingo, 8 de diciembre de 2013

INVICTUS: EL POEMA DE NELSON MANDELA


En la noche que me envuelve,
negra, como un pozo insondable,
doy gracias al Dios que fuere
por mi alma inconquistable.

En las garras de las circunstancias
no he gemido, ni llorado.

Ante las puñaladas del azar,
si bien he sangrado, jamás me he postrado.

Más allá de este lugar de ira y llantos
acecha la oscuridad con su horror.

No obstante, la amenaza de los años me halla,
y me hallará sin temor.

Ya no importa cuanto recto halla sido el camino,
ni cuantos castigos lleve a la espalda:

Soy el amo de mi destino, soy el capitán de mi alma.


Este poema lo leía Nelson Mandela, todas las noches durante su estancia en la cárcel.
Cada vez que se sentía deprimido, leía este poema para que le diese fuerzas y ganas de seguir adelante.


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